Bendiorm.
De castillo a mirador. En 1812, durante la invasión francesa, la fortaleza defensiva que una vez tuvo la ciudad desapareció por completo tras ser varias veces reconstruida. Con ella se fueron los restos del pasado bélico de la ciudad, surgiendo en su lugar un lugar que se convirtió en icono de Benidorm, el mirador con la balaustrada singular desde la que se divisa toda su costa.
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