Se conoce como Santuario de San Pedro de Alcántara al último convento que erigió el santo extremeño; fue en un sitio apartado del término arenense en el que había una ermita dedicada a San Andrés del Monte, junto a la cual, fray Pedro de Alcántara mandó edificar un pequeño convento para que los frailes se dedicasen a la contemplación y a la vida de penitencia dentro de la línea de ascetismo que él propugnaba entre los miembros de su Orden.
La pronta muerte del fundador, que ocurrió en la Enfermería que entonces existía en Arenas -hoy residencia de ancianos- cambió el destino que el fraile extremeño había trazado para este convento y lo convirtió en centro de devoción, no sólo de los naturales del Valle del Tiétar, sino de personas de muy distinta clase social que acudían de los lugares más apartados de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario